Los mapas temáticos son aquellos que representan mediante símbolos un fenómeno o hecho en un espacio; por ejemplo, situación de las explotaciones forestales en la República Mexicana.
En general, se puede graficar en un mapa, cualquier fenómeno que tenga una distribución espacial, utilizando las simbologías adecuadas que permitan interpretarlo.
Entre los mapas temáticos se encuentran los que habitualmente denominamos climáticos, históricos, biogeográficos, etc.
Tipos de mapas:
Climáticos: muestran la distribución de los climas en el mundo, un país o una región, generalmente a través de colores.
Políticos: muestran mediante líneas los límites que configuran a los distintos Estados. También distinguen a un Estado de otro mediante el uso del color.
Vegetacionales: muestran la distirbución de las distintas poblaciones vegetacionales (bosques, praderas, matorrales, etc.)
De población: muestran, a través de símbolos o colores, distintos datos acerca de la población, como volúmen, densidad, distribución de la población urbana y rural, distribución espacial de los grupos étnicos, etc.
Históricos: muestran la localización y evolución espacial de fenómenos o hechos históricos, a través de símbolos o colores.
Lectura de los mapas temáticos:
En primer lugar se lee con atención el título, la leyenda y los datos. Después se relaciona cada símbolo con el contenido que representa y se observa su distribución espacial.
En segundo lugar se comenta la importancia de los datos, en cuanto a su distribución, cantidad y significado. Agrupándolos (si es posible) o seleccionando los más significativos para terminar con los que tengan menos incidencia.
Después se relaciona el análisis anterior con situaciones económicas, sociales, demográficas, políticas, etc., que se produzcan o puedan producirse.
Y finalmente, se sintetiza el resultado del análisis (globalización).
Confección de mapas temáticos:
Elegir la escala en la que se realizará el mapa (apropiada para observar con claridad los fenómenos representados).
Diseñar unos símbolos convencionales y significativos (que remitan gráficamente a los hechos que se representarán).
Los datos deben ser rigurosos y deben representar los fenómenos con claridad, expresando visualmente las diferencias existentes entre sí.
El resultado ha de ser un mapa que permita una lectura gráfica clara, sintética y rigurosa.
2. Los mapas topográficos
Los mapas topográficos son aquellos que utilizan escalas muy grandes (1:25.000 y 1:50.000) porque representan superficies muy pequeñas de la Tierra. Son los mapas adecuados para estudiar las poblaciones y sus comarcas adyacentes.
En los mapas topográficos, aparecen aspectos físicos (relieve, red hidrográfica, vegetación, etc.) y aspectos humanos (cultivos, hábitat, red de carreteras, ferrocarriles, límites políticos, etc.), junto con la leyenda con los signos convencionales que permite identificarlos:
El relieve está representado en el mapa mediante las curvas de nivel, dibujadas en color marrón y con equidistancia de 20 metros de desnivel. Cada cinco curvas (100 metros) se traza una línea más gruesa junto a la que aparece la cota o altura sobre el nivel del mar.
La red hidrográfica, lagos, lagunas, estanques, etc., están dibujados en el mapa en color azul.
La vegetación, tanto la natural como la mayoría de los cultivos, está dibujada en verde mediante símbolos especiales.
Los aspectos humanos, como el hábitat, las vías de comunicación, minas, presas, etc., están dibujados generalmente en rojo o negro mediante signos especiales que vienen reflejados en la leyenda.